Cómo Hacer Un Masaje Tántrico A Una Mujer

El masaje Tántrico se trata es un masaje erótico que permite despertar el apetito sexual y disfrutar del placer propio y de la pareja sin la necesidad de llegar a la penetración.

Beneficios del masaje tántrico

El masaje tántrico, a diferencia de otros masajes eróticos, no tiene como objetivo principal provocar el orgasmo, lo que se busca es estimular la energía, buscar el placer y despertar el deseo sexual a través del tacto de los órganos sexuales y de otras zonas del cuerpo. Entre los principales beneficios del masaje tántrico encontramos:

  • Reactivación de la energía del cuerpo.
  • Aumento del apetito sexual.
  • Reforzar los vínculos con la pareja.
  • Descubrir y conocer las principales zonas erógenas.
  • Relajación física y mental.

Existen dos tipos de masajes tántricos, llamado: El lingam, es el masaje masculino y El yoni , que es el masaje femenino.

El Yoni (masaje tántrico femenino) contempla más zonas erógenas que el Lingam, ya que el cuerpo femenino tiene más puntos de placer, no solo los órganos sexuales como en el caso de los hombres.

 

Para comenzar a realizar este tipo de masajes se aconseja que se sitúen en un lugar relajado, con una música suave de fondo.

La mujer debe estar desnuda y tumbada boca arriba, con la espalda apoyada en la cama y las piernas separadas.

Debajo de sus caderas colocar un almohadón, para que la zona íntima quede ligeramente elevada, y otro bajo su cabeza para que esté más cómoda.

Para facilitar las caricias y evitar la sequedad vaginal, se recomienda utilizar algún lubricante o aceite suave. Esto facilitará las caricias proporcionando suavidad en los movimientos.

Para comenzar, empezar acariciando suavemente el abdomen, luego masajear los senos y muslos. Es preciso dedicarle unos minutos a estas partes del cuerpo antes de pasar su zona íntima, para ir aumentando el deseo sexual.

Si se dispone de algún aceite verter un poco en el hueso púbico para que vaya goteando hacia los labios vaginales (el goteo puede provocar una excitación extra). Comenzar a masajear suavemente cada uno de los labios mayores con los dedos pulgar e índice, deslizándolos de arriba hacia abajo (y viceversa) a lo largo de los labios.

Luego realizar el mismo procedimiento para los labios menores de la vagina.

Una vez que se haya estimulado lo suficiente esta zona, es el momento de pasar a masajear uno de los puntos de placer para la mujer: el clítoris.

 

Como este punto es sumamente delicado, los movimientos deben ser suaves y sin presiones muy bruscas.

Para comenzar acariciarlo con el dedo índice de forma circular siguiendo el sentido horario y luego en el sentido contrario.

Al terminar ejercer una ligera presión, con los dedos pulgar e índice, sobre el clítoris y mantente en este punto durante algunos minutos.

Una forma de aumentar el placer es la de ir variando las zonas de contacto, para no concentrarse exclusivamente en una especifica. Por eso se recomienda ir hacia otras zonas (un pecho, una nalga, un muslo) y luego volver al clítoris.

En el masaje tántrico femenino es esencial la estimulación del punto G.

Para poder estimularlo de debe colocar la mano con la palma hacia arriba e introducir el dedo del medio dentro de la vagina. Una vez ahí comenzar a doblarlo en dirección a la palma de la mano.

Es una zona esponjosa que se encuentra justo debajo del hueso púbico.

Una vez que se logra ubicarlo, se deben realizar movimientos circulares muy suaves con el dedo.

Si bien el orgasmo no es el objetivo de estos masajes, la mujer puede llegar a tener un orgasmo muy intenso y placentero.

 ¿dónde queda la técnica?

Cierto es que hay algunos pases o técnicas que se usan en el masaje tántrico y más en concreto en el masaje de Yoni y Lingam, y es importante aprenderlos. Dependiendo de la tradición también se incluye un ritual, una meditación o un ejercicio previo al masaje, pero en mi opinión, no por aprender la técnica, se realiza correctamente un masaje tántrico.

Es, como ya he mencionado antes, el conjunto de la respiración y el tacto consciente y el uso y canalización de la energía sexual, lo que hace que un masaje se convierta en tántrico. No la técnica en sí. La técnica da igual, la técnica sin corazón no importa, sin presencia no importa, solo son unos pasos estructurados. El despertar de la energía sexual sin presencia ni amor, como ocurre en un masaje erótico, se convierte en algo feo, burdo, frío, mecánico, vacío y sin sentido.

La presencia, el amor y la energía sexual es lo que mueve y conmueve profundamente a las personas.

Fonte de reprodução: Pixabay

Las diferencias esenciales entre el masaje erótico y el masaje tántrico

La finalidad: En el masaje erótico es el placer y la eyaculación, y en el tántrico es la expansión de la consciencia.

La intención: En el erótico, la intención es excitar y en el tántrico no hay ninguna intención, ni siquiera la de sanar. El toque consciente es vacío de intención.

La actitud: en el masaje tántrico la actitud es amorosa, casi maternal, eres un canal de amor incondicional, de aceptación de lo que es y de lo que hay, de devoción y honra al ser que tenemos delante. El masaje erótico ha reducido esto a la parte meramente sexual, a una actitud más sexual que sensual y amorosa.

Esto no significa que el masaje tántrico sea mejor ni peor que el erótico, ese juicio surge de la mente condicionada por la religión y la sociedad. Son masajes diferentes que llegan a personas diferentes según su camino personal y espiritual.

Para resumirlo, como dice uno de mis maestros, Kurma Rajadasa: el masaje tántrico incluye el erótico pero el masaje erótico no incluye el tántrico.

Si el Tantra significa expansión de la consciencia y uno de sus principios es la aceptación de todo lo que acontece, por lo tanto también de la faceta erótica, quién soy yo para decir que un masaje es o no es tántrico, es o no es erótico.

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